19 Abr Editorial Llum Delàs 19.04.2017
19/04/2017
Vivimos en un mundo que necesita buenas noticias. De las otras, tenemos un puñado cada día si nos detenemos y escuchamos en cualquier medio de comunicación. Parece que hemos confundido el sentido realista de la vida con el hecho de estar al día de todas las barbaridades que los humanos somos capaces de infligir a los otros seres humanos.
Y creo que es muy buena hora para volver “a casa” y celebrar lo que también es digno de ser celebrado: de esto algunos decimos Pascua; otros dicen voluntarios comprometidos; otros, generosidad y capacidad de ver los brotes verdes que la primavera nos acerca. Alrededor de la familia de Roure vemos a menudo, estos brotes verdes. Ahora, de vez en cuando, hacemos unos almuerzos tempraneros y voluntarios para explicarnos estas buenas noticias que entre unos y otros vamos descubriendo en los proyectos que traemos entre manos. Muchas veces es desde las ganas de mejorar los entornos donde vivimos y trabajamos donde descubrimos el chorro de agua fresca que tenemos bien cerca si queremos profundizar en el corazón de las personas. Os invito.