Editorial Otoño 2018

12/09/2018

Se han acabado las vacaciones. ¡Qué pereza volver a empezar el trabajo! ¿Sí? ¡Pues no lo parece! Venís con una cara sonriente que nos lo hace dudar aquí en la Fundación.

Además, no hemos cerrado Roure. No podemos cerrar la muleta que ofrecemos a quien va cojo de recursos, de relaciones, de salud, de familia, de hogar. Los trabajadores hemos hecho turnos para que los servicios quedaran garantizados y hemos invitado a muchos voluntarios para reforzar los equipos. ¡Qué maravilla de voluntarios que entienden el beneficio personal y social que supone regalar tiempo de vacaciones a quienes lo necesitan! Dichosos.

Detrás de la sonrisa, a la vuelta, leemos renovación personal, mejoras de salud, y la gran ilusión de siempre: que la familia de Roure encuentre la manera de organizarse mejor para servir mejor. Las iniciativas abundan, los planes se renuevan, las ideas fluyen, los directivos escuchan y toman nota para devolverlo en forma de estrategia para el curso que empieza. Gracias por todas las sonrisas, gracias por tanta iniciativa. Una de ellas será el nuevo taller y escuela de costura. Soñamos con una profesionalización para preparar a quien quiere entrar en el mercado de trabajo y no sabe cómo.

Una de las cosas que es justo y necesario reconocer es el montón de personas y de empresas que colaboran con nosotros. Hacer red no es una frase bonita, es un estilo de trabajo que multiplica la eficacia y alarga la sombra benefactora de nuestro Roure. Este año os comunicaremos este don que recibimos y que agradecemos.

Llum Delàs

Presidenta de Fundació Roure