El Editorial de Llum Delàs – septiembre 2017

02/10/2017

Termina el verano. Un verano denso y difícil. El calor extra nos ha pesado, eran muchas las personas de nuestro entorno que sufrían las consecuencias de las viviendas precarias, de las calles ruidosas, de la salud malograda y de las insuficiencias respiratorias de aquellos a quienes cuidamos.

¡Nosotros no cerramos en verano!! Y éste es un eslogan que nos creemos y que nos hace ser más acogedores que nunca para cuidar de las personas que no dejan la ciudad en los meses de la canícula y que sufren la insuficiencia de los servicios por aquello del “cerrado por vacaciones”.

Y este verano ha sido especialmente difícil. El 17 de agosto nuestros barrios de Ciutat Vella han compartido todo el dolor provocado por el espantoso atentado de la Rambla. Muchos testigos de primera línea, ataques de ansiedad y de pánico, miedos de los que sí que tienen miedo a pesar de la afirmación altruista y solidaria del “no tengo miedo”.

La muerte que, una vez más, es oportunidad de vida: oportunidad porque nos ha hecho reconocer y difundir los valores de los que nos nutrimos: solidaridad, gratuidad, tolerancia, respeto a las diferencias, respeto a una población musulmana vecina nuestra que vive una religión de paz y no de violencia. En definitiva, una ocasión única para confluir en una sociedad hermanada por vínculos de humanidad sin fisuras.

Gracias a todas aquellas personas que habéis hecho de nuestra vieja Barcelona un espacio de amor y no de venganza. Podemos bien decir que el amor es más fuerte que la muerte.